La idea es la siguiente:

Suena el despertador. El durmiente a duras penas logra levantarse a apagarlo, y cuando emprende el camino de regreso a su camita acogedora, el dispositivo ya se activó: Esa cama calientita y cómoda ahora está cercada por alambres de púa; de la almohada ha surgido una enorme espina de hierro, serpientes rondan por entre los colchones, y una imperceptible araña de rincón se pasea a sus anchas a los pies de la cama.
El durmiente se ve obligado a levantarse, y al rato el dispositivo se desactiva, dejando lista la cama para otra noche de sueño acogedor.

Que alguien lo invente, porque yo lo compro a ojos cerrados.

2 comentarios:

Amaru dijo...

¡¡¡Tienes el segundo comprador!!!
Ojalá se hiciera sola, de ese modo sería un verdadero sueño.

Fabiola dijo...

Hola soy la Fabiola, estoy sacando la vuelta antes de hacer un trabajo de pedagogía );

Dormir y comer; los regalos más placenteros y vitales de nuestra existencia. Pero lamentablemnte son los más traicioneros, porque si te excedes caes en el flajelo de la pereza y la gula (jajajajaja).

A esta altura del año los enfrentamientos con sabanás son cada vez más agresivos, nos ataca todas las mañanas, !ningún respeto por uno!...

No obstante, aún creo que el problema no está en tener sueño, sino en el tiempo que nos desgasta y avanza cada vez más rápido...

Bien adiosín, que estén bien. Dulces sueño.

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